Erik Finman y Botangle para homeschooling


La aventura de Erik Finman comenzó a los 12 años con un desafío hacia sus padres: si cuando cumpliera los 18 era millonario, no lo obligarían a matricularse en la universidad. Y la jugada le salió mejor de lo que esperaba.

Nacido en un pequeño pueblo en el estado de Idaho, EE.UU., Finman asegura que no tuvo una infancia fácil y se queja de su mala relación con sus maestros en la escuela. Es por eso que a los 15 años le rogó a sus padres que lo dejaran abandonar sus estudios.

“Mis maestros eran todos negativos. Uno de ellos me dijo que dejara la escuela y trabajara en McDonald’s porque eso era todo lo que podría hacer por el resto de mi vida. Supongo que hice la parte de dejar mis estudios”, contó el joven.

Para lograr su objetivo de ser millonario -y evitar la universidad- , Finman aprovechó los mil dólares que su abuela le había regalado para su cumpleaños y los invirtió en la moneda virtual Bitcoin.

Finman vendió su primer bitcoin a fines de 2013, según cuenta la cadena CNBC. Con el tiempo, el joven adquirió más de 403 bitcoins, una cantidad que hoy equivale a 1,09 millones de dólares.

Con parte de ese dinero fundó una startup llamada Botangle, que permitía a estudiantes frustrados como él encontrar maestros en la web. Además, se mudó a Silicon Valley y viajó por el mundo.


Botangle nace en mayo como una plataforma que permite dar clases particulares sobre cualquier tema, cobrando por horas. Solo tenemos que buscar el asunto que queremos aprender y encontrar al profesor adecuado, consultando su ficha y contratando sus servicios. 

Botangle ofrece herramientas de videoconferencia y de office online para permitir interacción total entre alumnos y profesores, ayudando así a distribuir conocimiento sin importar la zona geográfica.


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